Hemos corrido un encierro, nos hemos tragado una misa, hemos llevado una Virgen, hemos cargado con un Marqués, usted ha afeitado a un fascista, a mí me han pegado una cornada, este se ha cagao, a este lo han vestido de sacristán y a este le han puesto los cuernos. Y todo por la jodida vaca”. Y esta jodida vaca, manque nos duela, es España, la disputada por ambos frentes, la demacrada, la cornuda, la violada, la toreada, la ostentada por unos y perseguida por otros, la corrompida, la sacralizada, la prostituida, la conquistada, la ultrajada, la descuartizada, la carneada, la tartufa manipulada, la machista. La fascista y la republicana.
Estoy bien. Podría ir corriendo hasta Texas y volver pero mi hija no puede. Ella nunca pudo ¡Dios! Estoy tan furiosa que no sé qué hacer. Quiero saber por qué.
Roma es una afrenta a Dios. Roma esclaviza hoy a mi raza, a mi país, a la Tierra toda, pero no para siempre. Y ahora te digo que el día que caiga Roma resonará un grito tan grande de libertad como jamás se haya oído hasta entonces en el mundo”.